Aprendizaje informal: una valiosa herramienta para la enseñanza de la Ciencia
El aprendizaje informal ha resurgido en los Estados Unidos desde la aparición del COVID-19. Bibliotecas, acuarios, museos y otras instituciones han apostado por la programación virtual como recurso para que niños y adultos amplíen su formación. Sin embargo, para el público en general, el aprendizaje informal no es nada más que una palabra de moda. Por lo tanto, ¿qué es el aprendizaje informal? Una de las claves es la ubicación. El aprendizaje informal es cualquier aprendizaje que tiene lugar fuera del ambiente tradicional de estudio, como las aulas.
Estamos siempre comprometidos con el aprendizaje informal
¿Ha escuchado hablar de la frase “se aprende algo nuevo todos los días”? Esa es la realidad para muchos, incluso si no tenemos la intención de estudiar un nuevo tema o asistir a conferencias. Tal vez ha buscado en Internet cómo cambiar el aceite de su carro o un amigo le aconsejó sobre cómo mejorar su juego en el básquetbol, ¡eso es aprendizaje informal!
El aprendizaje informal puede ser igual o similar al aprendizaje no formal.
Existe cierto debate sobre las diferencias entre el aprendizaje no formal y el aprendizaje informal. En algunos ámbitos, la división es bastante estricta. Estos grupos sostienen que el aprendizaje no formal tiene lugar fuera de las escuelas, cuenta con cierto marco organizativo y suele estar dirigido por un instructor. Por otro lado, el aprendizaje informal es involuntario. Los participantes no toman decisiones conscientes sobre aprender y no hay ninguna estructura organizativa.
No todos son tan estrictos con esta distinción. Por lo general, los términos se utilizan de manera indistinta.
Es importante no atarse demasiado a las distinciones. La categoría de aprendizaje es menos importante que asegurar que el aprendizaje sea efectivo.
El aprendizaje informal en STEM se conoce a veces como educación científica informal
Para que se entienda mejor, la educación científica informal puede o no estar dirigida por un instructor o experto en la materia (subject matter expert, SME). No es extraño que un profesional ayude a orientar o seleccionar el contenido. Por ejemplo, un instructor puede facilitar un programa extraescolar, o una PYME puede organizar un acto de ciencia ciudadana. Sin embargo, en un escenario de aprendizaje informal como una visita autoguiada a un museo, la interacción directa con SME no es una parte integral de la experiencia. Del mismo modo, un SME puede ser entrevistado para un documental de televisión pública, pero no necesariamente guía ni evalúa el aprendizaje que pueda ocurrir cuando alguien ve el programa.
El aprendizaje informal tiene muchos beneficios
Por lo tanto, ¿por qué es tan importante? Proporciona más espacios y modalidades para la educación, lo cual es algo muy positivo para nosotros. Para los niños, es una gran oportunidad para reforzar o complementar lo que están aprendiendo en la escuela. Para los adultos, el aprendizaje informal es una oportunidad para continuar educándose.
Los alumnos más jóvenes también pueden disfrutar de este estilo de aprendizaje experimental, en especial cuando se adapta a sus intereses. Si bien un club de ciencias extracurricular o una excursión a la naturaleza no serán del agrado de todos, estos eventos pueden fortalecer las habilidades y la identidad científica de los aprendices que ya están entusiasmados con la ciencia. También les brinda a los alumnos que tienen asociaciones negativas con la escuela un entorno más positivo en el que aprender.
Muchos programas científicos informales son de fácil acceso y están al alcance de todos a través de lugares públicos como biblioteca y museos. Por lo general, estas oportunidades de aprendizaje informal son gratuitas, siempre que los asistentes tengan una buena conexión a Internet.
El aprendizaje informal puede y debe ser accesible
El estudio establece que “la falta de estándares profesionales sistemáticos y aceptados para abordar la inclusión de todas las personas, especialmente aquellas con discapacidades, presenta el mayor desafío para hacer de la inclusión una práctica rutinaria y común en el campo de la educación científica informal”.
Eclipses, asombro y sentimiento de pertenencia en la Ciencia Participativa
Tras los eclipses solares de 2023 y 2024, los participantes de Eclipse Soundscapes completaron una encuesta sobre cómo les había hecho sentir la experiencia. ¿El eclipse les produjo una experiencia de “asombro” o un sentimiento de conexión con algo más grande que ellos mismos? ¿Participar en el proyecto les permitió mejorar sus sentimientos de pertenencia a la ciencia?
Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (North Carolina State University, NCSU) utilizan las respuestas de los participantes para aprender más sobre las emociones que provocan los eclipses.
Kelly Lynn Mulvey, profesora titular de psicología de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, ha dedicado su carrera a estudiar cómo ampliar la participación en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (Science, Technology, Engineering and Mathematics, STEM). Mulvey trabajó con datos de aproximadamente 3,200 aprendices, observadores y recolectores de datos de Eclipse Soundscapes y obtuvo resultados fascinantes.
Aumento de pertenencia a la ciencia
En general, la participación en el proyecto Eclipse Soundscapes les permitió aumentar sus sentimientos de pertenencia a la ciencia. “Observamos un aumento de pertenencia a partir de los informes sobre cómo se sentían antes de participar en la función y cómo se sentían después de haber participado”, dijo Mulvey.
Esto aplica particularmente a participantes que se identifican como mujeres. “Al inicio, antes de comenzar, las participantes que se identificaron como mujeres reportaron un menor sentido de pertenencia que aquellos que se identificaron como hombres”, dijo Mulvey. “Pero luego de participar, las mujeres ‘alcanzaron’ a los hombres, por lo que no hubo diferencias significativas”.
Porcentaje del eclipse y asombro
Mulvey también estudió cómo el eclipse generó sentimientos de asombro en los participantes. Su trabajo se basó en la investigación sobre el eclipse de 2017 y el lenguaje utilizado en las publicaciones de Twitter (ahora “X”). El estudio anterior señaló que el nivel de cobertura del eclipse estaba vinculado a un aumento en el sentimiento de asombro. “Las personas que publicaban sobre el eclipse y que estaban más cerca de la totalidad usaron más palabras relacionadas con el asombro que aquellas que estaban fuera del camino de la totalidad”, dijo Mulvey. Para el proyecto Eclipse Soundscapes, se les preguntó específicamente a los participantes si el eclipse había aumentado sus sentimientos de asombro. Una vez más, el porcentaje de cobertura resultó ser importante. “Aquellos que experimentaron el eclipse total mostraron mayor asombro que aquellos que experimentaron el eclipse parcial”, dijo Mulvey.
Cambios en el comportamiento animal
Otros equipos de la NCSU, dirigidos por el profesor de Ciencias Biológicas Adam Hartstone-Rose, están estudiando las observaciones del comportamiento animal que obtuvieron los observadores de Eclipse Soundscapes. Los equipos esperan identificar qué grupos de animales (aves, insectos, mamíferos, etc.) cambiaron o no cambiaron su comportamiento durante el eclipse. Si realmente los grupos de animales cambiaron su comportamiento, el equipo está tratando de identificar cuándo y cuánto tiempo les llevó volver a su comportamiento “normal”. “Es un arduo trabajo, hay que codificar mucho”, dijo Mulvey, pero espera tener pronto algunos resultados básicos sobre el comportamiento animal. Para obtener más información sobre el trabajo preliminar realizado por Harstone-Rose a partir de los datos de los observadores de ES de 2023, consulte “”
Consecuencias para la ciencia del futuro
El estudio de Mulvey evidencia el impacto científico a largo plazo de los datos obtenidos de los participantes del proyecto Eclipse Soundscapes. La ciencia participativa no solo les brinda a los investigadores información confiable y auténtica, sino que también beneficia a los participantes. “Creo que los resultados sobre el sentido de pertenencia son muy importantes, ya que sugieren que participar en estos proyectos científicos hacen que usted se sienta más integrado en el ámbito de la ciencia”, dijo Mulvey. “Creo que tiene el potencial de captar el interés inicial de las personas en la ciencia y conducirlas a que participen en actividades científicas informales, o incluso hacia un trabajo científico más formal, como obtener un título o buscar un empleo en este campo. Ahora mismo, tenemos muchas carencias en cuanto a quiénes están entrando en los campos STEM y necesitamos a más y más personas con diversos antecedentes… para aprovechar sus habilidades y ayudar a responder las grandes preguntas científicas que existen”.
Dark Sky Missouri utiliza AudioMoths para estudiar la naturaleza durante la noche
Cuando los Recolectores de datos de Eclipse Soundscapes enviaron los datos de audio que grabaron durante la semana del eclipse del 8 de abril de 2024, tuvieron la opción de conservar o donar su dispositivo de grabación AudioMoth. Varios participantes donaron sus AudioMoths a lugares como la Library of Things (biblioteca de cosas) local. Otros enviaron sus AudioMoths a Eclipse Soundscapes para que los donáramos a otros proyectos y organizaciones comunitarias del ámbito científico. Dieciocho de esos AudioMoths se donaron a Dark Sky Missouri, una iniciativa para proteger nuestros cielos nocturnos y a las especies que dependen de ellos. Eclipse Soundscapes se reunió con el fundador de la división Don Ficken para conocer más sobre cómo estos AudioMoths contribuirán a la ciencia futura.
Don Ficken es Maestro Naturalista de Missouri y astrónomo aficionado; lanzó la división de Misuri de Dark Sky después de que los usuarios de su programa de telescopios de la biblioteca de su comunidad expresaran dificultades para ver el cielo. Fundó el Proyecto Eclipse Soundscapes a través de SciStarter, un portal en línea de proyectos de ciencia ciudadana, y participó en 2024 como Recolector de datos. “Me abrió una puerta porque nunca había pensado en la acústica del sonido de esta manera”, dijo Ficken.
A Ficken se le ocurrió que la acústica podría ayudar a reforzar los esfuerzos de Dark Sky Missouri por estudiar y conservar la fauna nocturna. Una de estas iniciativas, Lights Out Heartland, anima a los dueños de casas y empresas a reducir al mínimo el uso de luz artificial para proteger a las aves migratorias de colisiones debidas a las luces brillantes que las desorientan. (Una encuesta de 2019 del Laboratorio Cornell sobre 125 ciudades urbanas descubrió que el área metropolitana de St. Louis se sitúa como la quinta ciudad más mortífera para las aves durante la migración de primavera y la sexta más mortífera para el otoño).
“Es un fastidio hablar de eso con la gente”, admite Ficken. Para “dar un giro positivo al proyecto”, Ficken espera utilizar los AudioMoths para captar los cantos o llamados de vuelo nocturnos de las aves mientras sobrevuelan lugares como el Gateway Arch, la Reserva Natural de Shaw y los Jardines Botánicos de Misuri. “Uno pensaría que las aves migratorias subirían y simplemente se quedarían allí”, dijo Ficken. “En realidad, eso no es lo que ocurre. Bajan de altitud, probablemente debido a las corrientes térmicas, quizás por cambios magnéticos y cosas por el estilo. Suben y bajan. Y, cada vez que cambian de formación, tienen que hacer llamados para reorientarse. Y esto añade toda una nueva dimensión que podemos estudiar a través de la acústica”.
Dark Sky Missouri también espera realizar estudios más generales de la naturaleza por la noche, colocando AudioMoths en parques y zonas naturales. Aunque los parques no suelen estar abiertos ni tener personal por la noche, las AudioMoths podrían ayudar a mapear la ubicación y los movimientos de la fauna, creando temas de conversación y oportunidades de aprendizaje tanto para el personal como para los visitantes. “El problema es que, a menos que reconectemos a las personas con la noche, a menos que les entusiasme lo que hay en la noche, no se preocuparán por la naturaleza”, dijo Ficken. “Si puedo mostrarles cosas como búhos, murciélagos, ranas e insectos haciendo ruido, si puedo mostrarles cuán viva está la naturaleza por la noche, creo que puedo lograr que se conviertan en defensores”.
Durante la migración otoñal de las aves, se pondrán a prueba ambas iniciativas, con el objetivo de desarrollar un marco para un proyecto más amplio a largo plazo. “La idea es ir creando esta pequeña red de personas que conozcan los AudioMoths y cómo funcionan”, dijo Ficken. “Estoy recurriendo a gente que ya tiene experiencia con aves. Son muy apasionados. Es probable que en el equipo haya de 6 a 8 miembros haciendo esto, así podemos aprender juntos”.
Aunque todavía el público no puede participar en los proyectos, Ficken afirma que la ciencia participativa en torno a las aves y la contaminación lumínica es tan abundante como importante. Cita el proyecto Globe at Night, en el que los participantes ayudaron a determinar que la contaminación lumínica mundial aumenta un 10% cada año.
Ficken afirma que los científicos que participan se pueden beneficiar de los métodos multisensoriales empleados en el proyecto Eclipse Soundscapes. “Creo que lo que deberían considerar es la puerta que la acústica les estaría abriendo”, dijo. “En otras palabras, no hay que enfocarse en mirar solo el día. Penar en el sonido. Penar en la noche”.
Puede revisar la grabación del seminario web en el que el invitado especial Don Ficken se unió a Eclipse Soundscapes para hablar sobre cómo está utilizando AudioMoths para la Conservación Nocturna. Haga clic aquí para reproducir la grabación.
Nuestra historia
La máscara mortuoria egipcia era increíblemente ornamentada, tan elaborada que uno podía estudiarla durante horas y seguir encontrando nuevos detalles. Pero como la máscara estaba bajo un cristal, una persona no vidente no podía tocarla, no podía pasar los dedos por las perlas y los grabados y las suaves hendiduras de la cara. Ella solo podía pasar los dedos por la placa escrita en braille y leer lo siguiente: Máscara mortuoria egipcia.
Eso preocupó al astrofísico Dr. Henry “Trae” Winter. Pero lo que más le preocupaba era darse cuenta de que su propia exposición recién instalada, un muro solar visualmente impactante, era aún menos accesible. Comenzó a pensar sobre cómo podía compartir su amor por la ciencia con la comunidad de personas no videntes o con deficiencia visual, y se unió al proyecto Tactile Sun, que crea imágenes tangibles del sol utilizando impresoras 3D.
Meses más tarde, visitó a su amiga no vidente Chancey Fleet en su trabajo en la biblioteca Andrew Heiskell Talking Book and Braille Library de la Biblioteca Pública de Nueva York y le regaló un libro en braille sobre el “Gran Eclipse Americano” del 21 de agosto de 2017. Winter se sorprendió cuando Fleet terminó el libro y admitió que aún no entendía del todo lo que era un eclipse. Como alguien que nunca había visto la luz, ni sombras, ni siquiera un mapa de Estados Unidos, le faltaban los conceptos visuales que la mayoría de nosotros utilizamos sin darnos cuenta para comprender tales acontecimientos.
Así que Winter cambió de tema y contó una anécdota sobre el “coro del amanecer falso”, un fenómeno del eclipse en el que criaturas sensibles a la luz, como los grillos, se confunden cuando la luna tapa el sol. Cuando vuelve a salir la luz del sol, las criaturas creen que ha amanecido e inician sus cantos matutinos. Fleet no solo lo entendió, sino que se entusiasmó, y Winter se dio cuenta de que los paisajes sonoros eran la clave para dar a conocer el eclipse a la comunidad de personas no videntes y con deficiencia visual.
Winter comenzó de inmediato con el proyecto Eclipse Soundscapes. “No es solo una forma de involucrar a la comunidad de personas no videntes o con deficiencia visual de una manera accesible y en la que puedan relacionarse junto con sus compañeros videntes, sino que también podría haber algo de ciencia”, dijo Winter.
La app de Eclipse Soundscapes, que se lanzará a principios de agosto, incluirá descripciones auditivas ilustradas del eclipse en tiempo real, grabaciones de los sonidos ambientales que cambian durante el eclipse y una app interactiva de “mapa de vibraciones” que permitirá a los usuarios visualizar el eclipse a través del tacto. Puede obtener más información sobre el tema en nuestra página sobre el proyecto.
Entonces, ¿por qué Winter, una persona que puede ver, está tan decidida a llevar la astrofísica a la comunidad de personas con deficiencia visual? “La ciencia solo funciona si es para todos”, estableció. “Realmente espero que podamos construir herramientas que inspiren y hagan posibles las herramientas del futuro. Hay un dicho: Solo puedo ver más lejos porque estoy sobre los hombros de gigantes. Los científicos saben que su trabajo es posible gracias a los que vinieron antes y que avanzará gracias a los que vengan después. Todos somos parte de la cadena. Pero espero ser un eslabón útil en la construcción del futuro”.
¿Qué podemos aprender de los eclipses solares?
Un repaso de las lecciones aprendidas y las preguntas que aún esperan respuesta
Los eclipses solares son mucho más que un emocionante fenómeno cósmico, han jugado un papel fundamental en ayudar a los seres humanos a comprender el universo. Al observar eclipses, los científicos han aprendido sobre el tamaño y la forma del sol, de la luna y de la Tierra. Los eclipses fueron fuente de información para los primeros astrónomos con respecto a las órbitas de los cuerpos celestes y cómo se relacionan entre sí. La teoría heliocéntrica de Copérnico consolidó la idea de que los eclipses solares se producen cuando la luna pasa frente al sol. Y así como así, la percepción pública de los eclipses cambió de ser un oscurecimiento aterrador de los cielos a una oportunidad de conocer más sobre nuestro cosmos.
Estudiar la corona
Uno de los primeros grandes descubrimientos modernos en torno a un eclipse sucedió en 1868. El físico solar francés Jules Janssen descubrió un nuevo elemento al observar la cromosfera del sol a través de un prisma. Los astrónomos llamaron al elemento helio, por Helios, el dios griego del sol. Habrían de pasar más de 25 años hasta que descubriera helio en la Tierra, pero ahora sabemos que este es el segundo elemento más común del universo.
Janssen no fue ni el primer ni el último científico en estudiar la atmósfera externa del sol durante un eclipse. Un eclipse solar ofrece una oportunidad única a los científicos de observar la corona del sol. “La mayor parte de lo que sabemos sobre la corona está íntimamente relacionado con la historia de los eclipses solares totales”, escribió Lina Tran para el centro Goddard de la NASA. “Antes de los instrumentos y las naves espaciales sofisticados, la única forma de estudiar la corona desde la Tierra era durante un eclipse total, cuando la luna bloquea la cara luminosa del sol y así se revela la corona oscura circundante”. Un instrumento llamado coronógrafo puede imitar las condiciones de un eclipse en un telescopio, pero los eclipses siguen siendo la forma más auténtica de estudiar la corona desde la Tierra.
El problema del calentamiento de la corona
Los científicos pensaron que habían descubierto otro elemento nuevo más en 1869 al observar un eclipse a través de un espectrómetro. El espectrómetro los ayuda a determinar qué elementos componen una franja de luz, pero la línea verde que apareció en 1869 no correspondía a ningún elemento conocido. Los científicos llamaron por poco tiempo al “elemento” nuevo Coronio, pero el astrónomo sueco Bengt Edlén posteriormente determinó que el elemento era hierro sobrecalentado.
La temperatura extrema del hierro indica que la corona está a 2 millones de grados Fahrenheit, casi 200 veces más caliente que la superficie del sol. Este fenómeno se conoce como “problema del calentamiento de la corona”. Las capas del sol normalmente se vuelven más frías y menos densas al moverse hacia la parte exterior del núcleo, por eso los científicos no están seguros de por qué la corona estaría muchísimo más caliente que la superficie por debajo de ella. Los heliofísicos creen que esto podría deberse al calentamiento por ondas, o quizás a las nanollamaradas, pero es necesario realizar un estudio de la corona en mayor profundidad para poder estar seguros.
Vientos solares
La corona está llena de otras características fascinantes. Los eclipses les ofrecen a los astrofísicas una buena imagen del comportamiento de los bucles, las corrientes denominadas Streamers y las eyecciones de masa coronal. También son una oportunidad para aprender sobre los vientos solares: partículas cargadas que emanan de la corona. Los vientos solares son importantes porque definen el límite de nuestro sistema solar y nos protegen de la radiación cósmica. La desventaja es que pueden alterar nuestras comunicaciones satelitales y por GPS. Durante un eclipse, los investigadores pueden tomar lecturas más precisas de la temperatura de los vientos solares. Resulta bastante interesante que las temperaturas de los vientos solares no parecen fluctuar simultáneamente con el ciclo solar. Ese es otro misterio que podría requerir más eclipses solares para resolverlo.
La ionósfera de la Tierra
Los eclipses no solo nos hablan del sol. También podemos aprender más sobre nuestra atmósfera aquí en la Tierra. La ionósfera es el nivel superior de la atmósfera de la Tierra. Durante el día, se “carga” porque la “energía del sol y de la corona alimenta fotones ultravioletas extremos en esta área y crea electrones e iones libres”, expresó el físico Phillip Erickson a Slate. La ionósfera está menos activa por la noche. Un eclipse es como un interruptor de luz para la ionósfera, se apaga y luego se vuelve a encender cuando la luna pasa frente al sol. Así, los científicos pueden estudiar los cambios en tiempo real y dar pistas de cómo la ionósfera afecta las comunicaciones y el clima espacial.
Estudiar otras estructuras
Los eclipses también ofrecen conocimiento de otras estructuras del sistema solar. Algunos científicos han aprovechado la ocasión de un eclipse para tomar lecturas térmicas más precisas de Mercurio. Otros han tomado los eclipses como un modelo que hace que nuestra estratósfera sea más “parecida a Marte”. Durante un eclipse, los niveles de UVA y UVB en nuestra atmósfera externa se parecen mucho más a los de Marte, por eso los investigadores pueden analizar las respuestas microbianas a condiciones parecidas a las de Marte.
Un eclipse también condujo a una de las “pruebas” más importantes de la ciencia moderna: la prueba de la Teoría de la Relatividad de Einstein. La teoría de Einstein postuló que la luz cambia al pasar por un cuerpo macizo (como el sol). En 1919, los investigadores observaron que la luz de las estrellas cambiaba antes, durante y después de un eclipse solar total. Al parecer ese tal Einstein tenía razón.
Estudiar la vida en la Tierra
Actualmente, instrumentos como la sonda solar Parker nos enseñan sobre el sol (y otras estructuras) de una forma jamás imaginada. Pero eso no significa que ya no se pueda aprender de los eclipses. Los eclipses constituyen una oportunidad única para aprender sobre los cambios en nuestro sistema solar. Y algunos de esos cambios se producen aquí mismo, en la Tierra.
Durante el proyecto Eclipse Soundscapes: Citizen Science Project estudiaremos cómo responde la vida en la Tierra a esos cambios. La evidencia anecdótica sugiere que podríamos observar alteraciones en conductas y sonidos animales (por ejemplo, animales nocturnos llamando durante el eclipse, o animales diurnos produciendo un “falso coro del amanecer” cuando reaparece la luz). Haremos grabaciones de paisajes sonoros antes, durante y después del eclipse. Luego, analizaremos las grabaciones para determinar patrones o anomalías. ¿Le interesa acompañarnos? ¡Inscríbase aquí para participar en el proyecto!
En un gran salto para la accesibilidad STEAM, el Proyecto de Ciencia Ciudadana Eclipse Soundscapes es seleccionado para el Premio SciAct de la NASA
Medford, Mass. — El proyecto de ciencia ciudadana Eclipse Soundscapes: Citizen Science Project (ES:CSP), una iniciativa de ARISA LAB, ha sido aprobado para un acuerdo cooperativo por cinco años del programa SciAct de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA y ahora contará con el respaldo de la NASA bajo la adjudicación n.º 80NSSC21M0008. En el ES:CSP participarán expertos en la materia (SME) de la NASA junto a científicos particulares con el fin de explorar de qué manera afectan los eclipses solares, como los que ocurrirán en 2023 y 2024, a los ecosistemas. El proyecto promoverá el aprendizaje inclusivo y accesible, concentrándose especialmente en las personas no videntes o con visión deficiente (blind or low vision, BLV).
El proyecto Eclipse Soundscapes originalmente se lanzó para hacer que el “gran eclipse estadounidense” de 2017 fuera accesible para todos. Su proyecto base fue una aplicación móvil, que incluye descripciones de audio ilustrativas y en tiempo real de un eclipse solar total, así como un mapa interactivo (“rumble map”) que ha permitido a los usuarios conceptualizar un eclipse mediante el tacto y el sonido. El proyecto de 2017 fue fundado por el NASA Space Science Education Consortium.
“El proyecto Eclipse Soundscapes comenzó hace tres años con la intención de hacer que el eclipse solar total de 2017 fuera emocionante y atractivo para todos, incluidas personas no videntes o con una visión deficiente”, aseguró el Dr. Henry Winter, quien fundó ARISA Lab junto con MaryKay Severino. “Nos emociona trabajar con la NASA y nuestros colaboradores para desarrollar las herramientas necesarias que permitan que todos puedan hacer una investigación científica significativa y real como participantes iguales”.
El reciente proyecto de Eclipse Soundscapes incorporará oportunidades accesibles para que científicos particulares participen en la investigación de un eclipse. A través de una serie de talleres dirigidos por expertos en la materia (SME) de la NASA, científicos particulares recogerán grabaciones de audio de eclipses y analizarán datos acústicos para determinar cómo afectan a los ecosistemas las interferencias en la luz y los ritmos cicardianos. Los datos incluirán paisajes sonoros grabados por National Park Service y Brigham Young University durante el eclipse solar total de 2017, así como grabaciones de los futuros eclipse anular de 2023 y eclipse solar total de 2024.
Todos los talleres, los materiales y las interfaces de aprendizaje estarán diseñados con el más alto grado de accesibilidad, haciendo hincapié en la inclusión a nivel físico, social y cognitivo.
La misión de hacer que la ciencia sea accesible para todos contará con el respaldo de una serie de asociaciones. Un panel de asesores integrado por científicos especializados en bioacústica orientará a ARISA en el análisis y la interpretación de datos de los paisajes sonoros. Entre los integrantes del panel se encuentran la Dra. Megan McKenna del Laboratorio Goldbogen de Stanford University, el Dr. Bryan C. Pijanowski del Center for Global Soundscapes de Purdue University, la Dra. Laurel Symes del Center for Conservation Bioacoustics del Laboratorio de Ornitología de Cornell University, y el investigador asociado del equipo Sound and Light Ecology Team, el Dr. Jacob Job. La Federación Nacional de Ciegos (National Federation of the Blind), el GBH National Center for Accessible Media y consultora Lindsay Yazzolino harán evaluaciones externas y ofrecerán asesoramiento en accesibilidad para maximizar el alcance del proyecto. Regine Gilbert y sus estudiantes del Programa de medios digitales integrados (Integrated Digital Media Program) de la Escuela de Ingeniería Tandon de la Universidad de Nueva York diseñarán, implementarán y evaluarán las interfaces web del ES:CSP. El NASA Space Science Education Consortium colaborará en las relaciones y la promoción de eventos de la NASA dirigidos por SME, y su laboratorio de innovaciones en STEAM (STEAM Innovation Lab) producirá materiales educativos y para presentaciones, que sean táctiles y accesibles. En el camino, la opinión de los usuarios BLV y los participantes de los talleres nos informará cuáles son las opciones y prácticas recomendadas en materia de accesibilidad.
El objetivo final del proyecto no solo es cultivar una experiencia divertida y educativa en torno al emocionante fenómeno natural de un eclipse, sino también desarrollar un marco inclusivo para mejorar la accesibilidad y la participación en las áreas de STEAM.
El laboratorio Advanced Research in STEAM Accessibility (ARISA) Lab crea soluciones y recursos tecnológicos innovadores para educadores, personas subrepresentadas y organizaciones clientes a fin de aumentar la participación en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemática (Science, Technology, Engineering, Art, Math, STEAM). Todos los productos de ARISA están diseñados pensando en la accesibilidad desde el primer momento a fin de aumentar la participación y la facilidad de uso para todos los usuarios.
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Exención de responsabilidad: Las opiniones, los resultados y las conclusiones o recomendaciones que se expresan en este material pertenecen al autor o a los autores, y no necesariamente reflejan la opinión de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio
July 19, 2021
Evidente emoción por el eclipse en el evento de Arrows to Aerospace
El sábado 19 de agosto, científicos de la NASA se tomaron un descanso de sumergirse en las profundidades del espacio y, en lugar de eso, se acercaron a los ciudadanos del área suburbana de Nebraska en el desfile de Arrows to Aerospace para promover la seguridad e informar sobre los eclipses.
El desfile anual de este año en Bellevue, Nebraska, al sur de Omaha, fue organizado por Bellevue-Offutt Kiwanis para conmemorar el 150.º aniversario del estado de Nebraska. Sin embargo, cuando la docente de las Escuelas Públicas de Bellevue Santha Walters supo que el desfile iba a coincidir con la semana del “gran eclipse estadounidense” del 21 de agosto, anotó al científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, el Dr. Jack Ireland, y al científico del Observatorio de Astrofísica del Instituto Smithsoniano, el Dr. Henry “Trae” Winter, para que participaran del evento.
“Me di cuenta de que el eclipse se iba a producir en la mitad de la tarde de un día escolar”, dijo Walters. “Pensé: con todos esos niños presentes, usémoslo como oportunidad para aprender”.
Walters le dio la idea a su superintendente de organizar una serie de actividades durante toda la semana para incluir a la comunidad entera. “Cada niño que tenga recursos va a viajar hasta la trayectoria del eclipse total el lunes”, sostuvo. “Pero no todos pueden tomarse un día libre del trabajo para ver el eclipse con sus hijos. Por eso quise crear algo para esos niños, para que pudieran ver el eclipse y hacerles sentir que forman parte de esta comunidad. Esto es algo que la gente recordará el resto de su vida”.
El Dr. Ireland y el Dr. Winter pasaron la semana en Bellevue, hablando con el público general sobre la seguridad y la mecánica de los eclipses, y a alumnos de séptimo y octavo grado sobre la importancia de la educación en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemática (Science, Technology, Engineering, Arts, Mathematics, STEAM). “Se les podía ver en la cara que pensaban ‘qué genial, tenemos un científico verdadero aquí’”, expresó Walters.
El desfile del sábado fue el evento final del “Eclipse Event Bellevue 2017” antes de la gran final del eclipse, y miles de ciudadanos de Nebraska y visitantes se congregaron en Lincoln Road para verlo. Si bien en la marcha participaron organizaciones de todas las franjas, fue evidente que se había establecido un tema subyacente sobre el espacio y la aeronáutica, desde trajes de La guerra de las galaxias hasta camisetas del eclipse.
“Estamos todos muy emocionados de que el eclipse se produzca justo en nuestro propio patio”, dijo la alcaldesa de Bellevue Rita Sanders, quien tiene pensado ver el eclipse desde un centro de liderazgo en Aurora, Nebraska.
El desfile terminó en Washington Park, donde el Dr. Ireland y el Dr. Winter bajaron de su convertible plateado con emblema de la NASA para acompañar a su equipo en un stand de información del eclipse. El equipo contaba con folletos informativos, calcomanías de la NASA, demostraciones de la famosa aplicación de Eclipse Soundscapes y, desde ya, gafas gratis para ver el eclipse.
La NASA confirmó que las gafas para ver el eclipse eran un bien muy codiciado. Los proveedores conocidos como Amazon se habían quedado sin gafas acreditadas las semanas antes del eclipse, y muchos visitantes del stand aseguraron que no podían encontrarlas a un precio razonable. Por suerte, el grupo de la NASA y del Instituto Smithsoniano fue preparado con 5000 pares, que entregaron a una entusiasta fila de asistentes al desfile que alcanzaba casi una cuadra de largo.
Aunque los visitantes del stand estaban emocionados de recibir gafas gratis, muchos estaban igualmente emocionados de conocer a dos astrofísicos verdaderos. “Me sorprendió la cantidad de gente que había en el desfile y cuántos hacían cola para hablar con Jack y conmigo sobre el eclipse”, aseguró el Dr. Winter. “Nos hacían preguntas muy específicas y bien pensadas, y me encantó hablar con todos los que pasaron por el stand”.
“Es sensacional porque obviamente son muy inteligentes y saben mucho”, dijo un estudiante de secundaria de Bellevue que caminaba junto al Dr. Ireland y al Dr. Winter en el desfile. “Pero también son personas normales, con las que se puede conversar fácilmente”.
Otra entusiasta visitante fue una niña de nueve años de Bellevue que quisiera ser astronauta y viajar a Marte algún día. Está entusiasmada con vivir su primer eclipse solar total.
“Solo he visto uno antes y fue asombroso”, le dijo el Dr. Ireland. “Es lo más espectacular que he visto en el cielo por mucho”.
Con sus gafas para ver el eclipse y una radiante sonrisa, alzó la cabeza al cielo y se preparó para quedar atónita.
Breve historia del sonido en el espacio
¿Qué podemos aprender poniéndole el oído al cosmos?
Cualquiera que recuerde la icónica película de Ridley Scott, “Alien”, (¿quién podría olvidarla?) puede recordar el lema de “en el espacio, nadie puede escucharte gritar”. Y aunque las películas de ciencia ficción son material frecuente para el debate científico, esta afirmación es ampliamente reconocida como verdadera. Como no hay aire en el espacio, no hay nada que conduzca las ondas sonoras, entonces no hay vibraciones que el oído humano pueda percibir. Pero eso no quiere decir que sea imposible oír los sonidos del espacio. Con un poco de creatividad y mucha ingenuidad científica, los astrofísicos han desarrollado fascinantes maneras de que podamos escuchar el cosmos.
En la mayoría de los casos, el proceso de escucha solo requiere un poquito de traducción. Las ondas sonoras mecánicas quizás no puedan viajar por el espacio, pero las ondas electromagnéticas sí. Los científicos utilizan instrumentos para captar ondas de radio, microondas, rayos infrarrojos, rayos ópticos, rayos ultravioletas, rayos X y rayos gamma, luego los convierten en ondas sonoras audibles mediante un proceso conocido como sonificación.
Los investigadores de la NASA ya consideraban las posibilidades del sonido en el espacio allá por el año 1977, cuando se lanzaron las sondas Voyager. En caso de que las sondas interestelares encontraran vida extraterrestre inteligente, la NASA había colocado un “ disco de oro” a bordo de la nave espacial que llevaba marcas auditivas de vida en la tierra: las olas del océano, la canción de un ave, saludos en 55 idiomas y hasta una lista de reproducción de música multicultural de diversas épocas. Pero los científicos también pensaban en qué sonidos podrían recibir las Voyager cuando instalaron un subsistema de ondas de plasma a bordo de cada sonda.
En 2012, la Voyager 1 cruzó la frontera de la heliosfera. Poco tiempo después, envió datos asombrosos: vibraciones de plasma denso, o gas ionizado, retumbando en el espacio interestelar. Esos silbidos extraños ayudan a los científicos a aprender sobre la densidad en este espacio extraño más allá de nuestro sistema solar.
El plasma se utiliza con frecuencia como medio para que los científicos detecten sonidos del espacio. Así como las ondas sonoras pueden mover granos de arena en un plato, ondas similares pueden hacer que el plasma en el sol suba y baje. De esta manera los científicos pudieron saber que el sol en sí mismo suena como un timbre. Los telescopios como y MDI observaron movimientos en el plasma solar, y el equipo del Centro Solar de Stanford creó el proyecto Sonification of Solar Harmonics o SoSH Project para convertir estas vibraciones solares observadas en sonidos audibles.
También se colocaron instrumentos de ondas de plasma en los exploradores planetarios de la NASA, como la sonda Cassini a Saturno y la sonda Juno a Júpiter. El instrumento científico de ondas de radio y plasma de la Cassini ha captado varias señales fascinantes, como emisiones de radio de Saturno y sus lunas< y una impresionante tormenta eléctrica. La Cassini también llevaba un micrófono a bordo de la sonda Huygens que grabó sonido al descender a la luna saturnina de Titán.
La sonda Juno recopiló datos al descender a la magnetósfera de Júpiter, la estructura más grande de nuestro sistema solar. Recogió una serie de ondas electromagnéticas atrapadas en una cavidad dentro del campo magnético de Júpiter. Un par de meses después, el instrumento recibió señales de radio de las auroras intensas sumamente notorias del planeta.
No todos los sonidos capturados en el espacio son el resultado de ondas electromagnéticas. Los impactos directos pueden provocar vibraciones mecánicas que son audibles para el oído humano. Por ejemplo, cuando la Stardust-NExT se encontró con el cometa Tempel 1 en 2011, su instrumento Dust Flux Monitor registró las vibraciones de partículas de polvo que llovían a cántaros sobre la nave.
En 2019, el módulo de aterrizaje InSight colocó un sismómetro altamente sensible en Marte que captó los sonidos de temblores y vientos marcianos. Inspirada por el éxito del sismómetro, la NASA optó por enviar una serie de micrófonos a bordo del explorador Perseverance<, que aterrizó en el planeta rojo en febrero de 2021. El micrófono de entrada, descenso y aterrizaje grabó el exitoso aterrizaje de Percy, mientras que el micrófono SuperCam remite los sonidos mecánicos del explorador y de las rocas y los minerales que estudia.
Otros sonidos del espacio son sonificaciones de datos sobre la luz. Eso le ha permitido a la NASA recabar sonidos con algunos de sus telescopios más impresionantes, como el Observatorio de rayos X Chandra, el telescopio espacial Hubble y el telescopio espacial Spitzer. Estos telescopios crean imágenes mediante captura de rayos X, infrarrojos y luz óptica. A través de la sonificación, esos datos se convierten en audio, donde el tono y el volumen reflejan la concentración y la intensidad de la luz. En consecuencia, podemos oír cuerpos celestes tales como supernovas, nebulosas y hasta agujeros negros. (Por si tiene dudas, los
agujeros negros cantan en nota si bemol).
Pero, ¿por qué tomarse tanta molestia para recrear los sonidos del espacio? Las respuestas son a la vez complejas y muy simples. En el caso de los instrumentos de ondas de plasma, los científicos pueden aprender mucho sobre las interacciones y la dinámica entre los objetos de nuestro sistema solar. Los “sonidos” que provienen de estos estudios son solo un divertido efecto retardado. Y la ciencia debe ser algo divertido. Los compositores musicales, los diseñadores de videojuegos y otros creadores de multimedios han recuperado estos sonidos del espacio para todo tipo de propósitos creativos. ¿Quién puede asegurar que los datos científicos complejos no deberían estar al alcance de las masas?
La accesibilidad es otra importante pieza del rompecabezas. Herramientas tales como la sonificación amplían el campo de la astrofísica para que las personas no videntes o con una visión deficiente puedan estudiarlo y disfrutarlo. Pero además, presenta los datos en un formato multisensorial que hace que aprender sea más accesible para todos.
Escuchar con Eclipse Soundscapes
Para lograr una ciencia espacial que sea más divertida y accesible, descargue la aplicación móvil de Eclipse Soundscapes, que le permite oír (y sentir) un eclipse solar total. También puede registrarse para unirse a nuestro próximo proyecto de ciencia ciudadana Eclipse Soundscapes: Citizen Science Project, donde estudiaremos de qué manera los eclipses influyen en los paisajes sonoros aquí en el planeta Tierra. ¡Es otra manera de mantener los oídos abiertos y aprender sobre nuestro universo!
Buenos oyentes: La ciencia (y los mitos) del aprendizaje auditivo
Lo primero que hay que entender sobre el aprendizaje auditivo es que está envuelto en un manto de mito.
A comienzos de la década de los noventa, la idea de diferentes “estilos de aprendizaje” se popularizó con el cuestionario VARK . El movimiento sugería que todos los seres humanos pueden clasificarse en una de cinco categorías: personas que aprenden visualmente, personas que aprenden auditivamente, personas que aprenden mediante la lectura/escritura o personas que aprenden por cinestesia. La tendencia se potenció. No solo sucedió que los pedagogos agregaron más categorías a la lista, sino que quienes aprendían comenzaron a identificarse con ciertos estilos, y los educadores comenzaron a enseñar siguiendo estilos específicos. Recién hace alrededor de una década se demostró el concepto de “estilos de aprendizaje”.
Aunque los estudiantes consideran que aprenden mejor con un estilo particular, no existe evidencia de que aprenden o retienen información mejor al recibir el material en el estilo elegido ¿Entonces por qué ha persistido el mito de los estilos de aprendizaje?
Aunque la investigación no avala diferentes “estilos de aprendizaje”, es obvio que los estudiantes tienen diferentes preferencias y capacidades. Si tienen una discapacidad por la que no pueden aprender física o cognitivamente con un método particular, es importante considerar modalidades alternativas.
Por eso, aunque no existe algo como “personas que aprenden auditivamente”, el aprendizaje auditivo sigue siendo una herramienta importante para cualquier educador.
El sentido del oído es un sentido poderoso que puede enriquecer nuestro aprendizaje en un gran número de formas. Como el grupo de proyectos de Eclipse Soundscapes de ARISA Lab utilizará técnicas auditivas para ayudar a los participantes a aprender sobre los eclipses, en este blog descubriremos cómo escuchamos, la fascinante relación que existe entre la audición y la memoria, y los beneficios de incorporar el sonido en la educación.
¿Qué sucede cuando oímos un sonido?
Recepción del sonido
Cuando las ondas sonoras ingresan en el oído, viajan por el conducto auditivo para hacer vibrar los tímpanos. Los huesos que se encuentran en el medio del oído amplifican esas vibraciones y hacen que el líquido dentro de la cóclea forme ondas. A su vez, eso estimula las diminutas células capilares del oído interno. Esos vellos convierten las ondas sonoras en una señal eléctrica y envían esas señales al nervio auditivo. El nervio auditivo pasa por la corteza auditiva del cerebro, ubicada en el lóbulo temporal. Nuestro cerebro luego interpreta esas señales.
Este video del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación ofrece una excelente descripción.
Percepción del sonido
La mayoría de los cerebros son adeptos a interpretar sonidos, especialmente cuando se trata del habla humana. También son muy buenos para filtrar el ruido de fondo: los sonidos que no necesitamos procesar en el momento.
La forma en que el cerebro percibe e interpreta los sonidos oídos se produce en distintos niveles.
- Parte de la percepción es reflexiva (como un sonido intenso que nos hace pegar un salto)
- Parte de la percepción seproduce en la corteza auditiva
- Parte de la percepción se produce en otras áreas del cerebro
- Cualquier parte del cerebro puede reconocer un sonido memorizado, como la risa de mamá.
- Otra parte del cerebro puede preparar una respuesta voluntaria a una pregunta.
- Y otra parte del cerebro puede tener una reacción emocional al contenido del sonido.
Este video de S. Blatrix y R. Puhol muestra cómo viaja el sonido por el conducto auditivo.
Todo esto depende del grado de alerta. Si estamos dormidos, los oídos aún están activos. El sonido puede causar un movimiento reflexivo, pero otras partes del cerebro involucradas en la percepción del sonido siguen estando inactivas.
¿Cómo aprendemos y recordamos a través del sonido?
Escuchar y recordar
Para entender cómo se aprende a través del sonido, es importante tener en cuenta la relación única que existe entre la audición y la memoria. Como sugieren Krause y White-Schwoch en Unraveling the Biology of Auditory Learning: A Cognitive-Sensorimotor-Reward Framework, “la precisión del procesamiento automático de los sonidos en el cerebro se relaciona con habilidades cognitivas tales como la atención y la memoria de trabajo”.
Los seres humanos tenemos una buena capacidad para retener una gran cantidad de información auditiva durante alrededor de 3 o 4 segundos. Durante ese lapso podemos “reproducir” el sonido en la mente. Eso se conoce como “memoria ecoica”. La repetición, o la exposición reiterada a una serie de sonidos, puede ayudarnos a codificar información en nuestra memoria a largo plazo, donde puede encontrarse posteriormente. La atención también influye: mientras que la memoria de trabajo procesa los sonidos, los oídos continúan prestando atención a todos los sonidos nuevos que se escuchan.
Según sugieren ciertas investigaciones, escuchar es un ejercicio excepcionalmente bueno para el cerebro. Los adultos mayores sufren un deterioro cognitivo rápido cuando no pueden oír bien. Por el contrario, hay estudios que indican que el entrenamiento musical puede mejorar la memoria y la expresión lingüística. La música llega a partes del cerebro encargadas de la atención, la emoción y la memoria de procedimientos. Los pacientes que padecen Alzheimer a menudo pueden recordar música del pasado, y la musicoterapia puede activarles el cerebro y mejorar la comunicación. Esa evidencia sugiere una fuerte conexión entre la música y la memoria. Esa conexión es la razón por la que uno puede seguir recordando las palabras de su canción favorita del secundario (o de esa horrible música de la publicidad de goma de mascar) años después de haberla escuchado por última vez. Si recordar es una de las claves para un aprendizaje satisfactorio, ¿es posible que las modalidades auditivas como la música nos ayuden a aprender mejor?
Un caso de aprendizaje multisensorial
La ciencia que aborda los beneficios específicos del aprendizaje auditivo aún no se libera de las limitaciones de los “estilos de aprendizaje”. No hay razón para creer que el aprendizaje auditivo, por sí solo, es más o menos eficaz que cualquier otro modo sensorial. En lugar de concentrarse exclusivamente en el aprendizaje auditivo, los educadores deberían pensar en un método multisensorial.
El cerebro humano ha evolucionado de forma única para prosperar en un entorno multisensorial. Estamos diseñados para procesar nuestro mundo a través de la vista, del sonido, del tacto, del olfato y del gusto. Un artículo conocido sobre los Beneficios del aprendizaje multisensorial” decía que “los protocolos de capacitación multisensorial pueden acercarse mejor a los entornos naturales y son más eficaces para el aprendizaje”. Se espera que al involucrar distintas áreas del cerebro, el aprendizaje multisensorial pueda ayudar a mejorar la conectividad neural.
Como manifiesta la directora de educación de ARISA Lab, MaryKay Severino, el cambio de “estilos de aprendizaje” al aprendizaje multimodal no necesariamente tiene por qué cambiar la forma de planificar actividades para los educadores. En lugar de usar actividades multisensoriales para beneficiar estilos individuales, el objetivo es usar actividades multisensoriales para beneficiar a cada persona que está aprendiendo. Según Severino, el cambio “es cómo les explicamos el aprendizaje a los que aprenden. Si un estudiante entiende que aprender con la mayor cantidad de sentidos posible lo ayudará a entender, podría haber un mayor compromiso”.
Si los estudiantes están comprometidos y los educadores fomentan la cognición, el cerebro se ocupará del resto.
Ciencia ciudadana: Donde todos se benefician de la participación pública
¿Alguna vez soñó con ser científico, pero ya se dedicaba a otra cosa? ¿Hay jóvenes en su vida a los que las áreas de STEAM les despiertan curiosidad? ¿Desea hacer su aporte para mejorar el mundo, pero no está seguro de por dónde debería empezar? En ese caso, la ciencia ciudadana puede ser el mejor recurso para que amplíe su base de conocimientos y participe en investigaciones modernas relevantes. La ciencia ciudadana es una práctica en la que miembros del público participan de forma voluntaria en el proceso científico para dar respuesta a preguntas e inquietudes del mundo real. Hay muchas definiciones de ciencia ciudadana, y aún más tipos de proyectos, pero todos tienen cosas en común. De acuerdo con el sitio web de ciencia ciudadana SciStarter, cuatro características comunes de la ciencia ciudadana son:
-
- cualquiera puede participar
- los participantes utilizan el mismo protocolo para que los datos puedan combinarse y ser de buena calidad
- los datos pueden ayudar a los verdaderos científicos a sacar conclusiones verdaderas
¿Alguna vez soñó con ser científico, pero ya se dedicaba a otra cosa? ¿Hay jóvenes en su vida a los que las áreas de STEAM les despiertan curiosidad? ¿Desea hacer su aporte para mejorar el mundo, pero no está seguro de por dónde debería empezar? En ese caso, la ciencia ciudadana puede ser el mejor recurso para que amplíe su base de conocimientos y participe en investigaciones modernas relevantes. La ciencia ciudadana es una práctica en la que miembros del público participan de forma voluntaria en el proceso científico para dar respuesta a preguntas e inquietudes del mundo real. Hay muchas definiciones de ciencia ciudadana, y aún más tipos de proyectos, pero todos tienen cosas en común. De acuerdo con el sitio web de ciencia ciudadana SciStarter, cuatro características comunes de la ciencia ciudadana son:
cualquiera puede participar
los participantes utilizan el mismo protocolo para que los datos puedan combinarse y ser de buena calidad
los datos pueden ayudar a los verdaderos científicos a sacar conclusiones verdaderas
una gran comunidad de científicos y voluntarios trabaja unida y comparte datos a los que el público, y los científicos, tienen acceso
Entre los proyectos de ciencia ciudadana hay algunas similitudes más. A menudo, estos proyectos utilizan la colaboración masiva y aprovechan el potencial para la educación pública y la acción ciudadana.
Entre los proyectos de ciencia ciudadana hay algunas similitudes más. A menudo, estos proyectos utilizan la colaboración masiva y aprovechan el potencial para la educación pública y la acción ciudadana.
Colaboración masiva
La ciencia ciudadana se basa en que los científicos que no son profesionales (los ciudadanos) hagan su aporte al proyecto o a la investigación. Esto a veces recibe el nombre de “crowdsourcing” en inglés, es decir, colaboración masiva. SciStarter señala que la participación del público normalmente implica la recopilación, el análisis o el informe de datos. Los participantes pueden registrar notas sobre la naturaleza local, usar kits de pruebas para supervisar la calidad del agua o medir la contaminación lumínica con su teléfono celular. Expertos en la materia y científicos importantes a menudo diseñan el proyecto y dan una idea acerca de los resultados, pero el papel del científico particular es invaluable. La actividad voluntaria extendida permite que los científicos recaben una amplia gama de datos que, de lo contrario, no podrían compilar por falta de fondos o acción popular.
Educación pública
Los críticos de la ciencia ciudadana han cuestionado si este uso de mano de obra ciudadana no remunerada es explotador, pero el objetivo final de la mayoría de los proyectos de ciencia ciudadana es involucrar al público en investigaciones que sean entretenidas y educativas. La ciencia ciudadana les da a los participantes la oportunidad de aprender sobre el proceso científico, y de implementarlo, tanto en ámbitos formales como en ámbitos informales. Un estudio de 2018 de la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina (National Academies of Science, Engineering, and Medicine) titulado “Learning Through Citizen Science” (Aprendizaje mediante la ciencia ciudadana) determinó que: “Con una planificación minuciosa, un diseño calculado y apoyos para el aprendizaje, la ciencia ciudadana puede:
- aumentar las identidades de los participantes como individuos que contribuyen a la ciencia y favorecen su autoeficacia en la ciencia
- darles la oportunidad a los participantes de aprender sobre datos, análisis de datos e interpretación de los datos; y
- dar lugar a que los participantes aprendan sobre la naturaleza de la ciencia y del razonamiento científico”.
Estas oportunidades de aprendizaje no solo son valiosas para los participantes. Un enfoque en la educación pública puede ayudar a garantizar que los proyectos de ciencia ciudadana nos aporten datos imparciales y precisos. El estudio “Learning Through Citizen Science” también determinó que “ayudar a los participantes a desarrollar y practicar las habilidades relacionadas con la recopilación de datos mejoró la calidad de los datos recopilados, lo cual es bueno tanto para la ciencia como para las comunidades que se basan en esos datos para tomar medidas posteriormente”.
Acción ciudadana
Esto nos lleva a otro aspecto de la ciencia ciudadana: que los proyectos de ciencia ciudadana pueden y deberían infundir un sentido de la acción en los ciudadanos que participan. La naturaleza de los proyectos puede ser local o global, pero la mayoría se concentra en temas que son de interés para los ciudadanos, ya sea un problema a nivel mundial como el cambio climático o una inquietud de orden regional como la calidad del aire en el vecindario donde viven. Participar en la ciencia que se ocupa de estos asuntos es una forma de que los ciudadanos pueden actuar. Esto funciona, en particular, si los datos pueden influir en la elaboración de políticas que afectan directamente al ciudadano y a su entorno. No se ha llevado a cabo ningún estudio a gran escala para comprobar la importancia de la acción ciudadana, pero la mayoría de los estudios han coincidido en que este es un posible beneficio. Un estudio realizado en 2020 de un programa de ciencia ciudadana sobre el control de la malaria ha sugerido que: “Un [proyecto de ciencia ciudadana] no solo tiene potencial como forma de recopilar una gran cantidad de datos de ciencia ciudadana, sino e igualmente importante, como forma de lograr la participación ciudadana en la toma de decisiones y la resolución de problemas ambientales y de salud pública”.
Dónde y cómo encontrar proyectos de ciencia ciudadana
Si le interesa participar en un proyecto de ciencia ciudadana, existen muchísimos recursos por donde comenzar. Puede usar una herramienta de búsqueda como SciStarter o CitizenScience.gov para encontrar un proyecto que se lleve a cabo en línea o cerca de usted. Estas dos herramientas de búsqueda permiten filtrar proyectos para encontrar el que mejor responda a sus intereses.
El proyecto de ciencia ciudadana Eclipse Soundscapes Citizen Science Project
El proyecto de ciencia ciudadana Eclipse Soundscapes Citizen Science Project convocará a científicos particulares para recopilar grabaciones de audio de paisajes sonoros antes y después de eclipses solares totales, así como durante estos. Estas grabaciones pueden ayudarnos a comprender mejor de qué manera los sucesos astronómicos afectan la vida aquí en la tierra. En 2023 se convocará a participar a científicos particulares. Para mantenerse informado sobre los detalles del proyecto, inscríbase en nuestra lista de correo.